‘La moderna’ (Mejores momentos): La despedida de Antonia

Emiliano no quiere que Maruja salga de casa y le pide a Pepita: «Quiero que todo el servicio esté sobreaviso, que no pierdan de vista a Maruja». La doncella le responde: «Convocaré al personal disponible para que estén al tanto».

Él le continúa explicando que no quiere que salga de la habitación porque se puede hacer daño ella misma, ya que considera que está desquiciada y todo el servicio debe cumplir con esa orden.

Pepita quiere abandonar la estancia pero el empresario le confiesa: «He encontrado una casa, una casa en la sierra, preciosa. Creo que será el lugar perfecto para nosotros dos, para ti y para mí».

La doncella se sorprende y le pregunta: «¿Lo dices enserio?», a lo que él le responde: «Tan enserio como que estás llaves abre sus puertas. Ya está hecho lo he comprado para nosotros, un hogar». Pepita está muy emocionada y él le pide: «Cógelas, cógelas, son tuyas».

Maruja está a punto de salir y Pepita le confiesa: «Yo no tengo nada en contra de usted, solo estoy preocupada», pero la mujer de Emiliano le contesta muy enfadada: «Sí, pues deja de preocuparte y dedícate a lo de siempre, a la casa y a la cocina y a hacerle a mi marido lo que le hagas por las noches».

La doncella le pide muy nerviosa: «No salga de casa», a lo que Maruja le grita: «Tengo que hacer gestiones». En ese momento aparecen en la puerta dos hombres.

Maruja pregunta: «¿Quiénes son estos hombres?», y en ese momento aparece Emiliano y le aclara: «Trabajan para nosotros». Maruja se enfada y su marido le explica con frialdad: «Te pongas como te pongas no vas a salir de casa».

La mujer del empresario se dirige a Pepita y le comenta muy alterada: «Tú estás viendo como marido me prohíbe salir de mi propia casa y pone a dos matones en la puerta».

El capitán Dávila visita a Fermín en su despacho y le informa: «He recibido presiones de ciertas autoridades que me obliga a no retrasarlo más». El empresario le responde: «Comprendo», el capitán no está de acuerdo y le confiesa: «Creo que esto es una injusticia queda todavía mucho por investigar».

Fermín le expresa: «Le agradezco mucho sus explicaciones pero no son necesarias, por favor no lo demore más». Dávila está muy serio y le argumenta: «Entonces voy a proceder, lo que voy hacer ahora es una formalidad, me obliga la ley», el empresario le responde: «Lo entiendo».

Dávila le explica con autoridad: «Señor Villanueva queda usted detenido por el asesinato de su esposa, Doña Lázara Eslava», a lo que el empresario le contesta: «Conforme».

Dávila la confiesa a Emiliano que Fermín está detenido porque han encontrado algunas pruebas en su vivienda. El empresario muestra una actitud fría y Dávila le continúa explicando que le extraña este caso porque no suele encontrar las pruebas en el momento oportuno.

Emiliano le pregunta: «¿Y crees que alguien la pudo colocar allí?», el capitán le aclara: «Mi trabajo consiste en valorar todas las posibilidades». Emiliano le responde: «Fermín no es un asesino profesional», Dávila se sorprende y le pregunta: «¿Y con eso quiere decir?», el empresario le aclara: «Quiero decir que pudo cometer un error».

«Menudo investigador se perdió la policía con usted», expresa Dávila con ironía. Pero él capitán le expresa que después de su llamada delatando a su amigo las autoridades le han presionado para detener a Fermín.

«Las casualidades existen», comenta el empresario con ironía. El policía le comunica muy serio: «Puedo llegar a la verdad de este asunto por mis propios medios y voy a llegar al fondo de este asunto», el empresario le contesta con frialdad: «No espero menos de usted».

Emiliano le confiesa a Paula: «Tu madre no está bien», la joven le responde muy enfadada: «A lo mejor deberías dejar de provocarla».

Los dos empiezan a discutir y Paula le pregunta a Emiliano: «¿Me gustaría saber por qué madre está encerrada en su habitación?», el empresario le aclara: «No está encerrada, está protegida».

En ese momento sale Maruja de la habitación y le explica a su hija muy alterada: «Con la excusa de que yo no me haga daño me tiene aquí encerrada», y añade: «Yo estoy bien, a mí no me pasa nada».

Emiliano le pregunta con ironía: «¿Y si estás bien por qué gritas?». Maruja continúa muy nerviosa y Emiliano le confiesa a su hija que quiere que la vea un especialista para que valore el estado de salud de Maruja. «Yo conozco un doctor muy bueno pero estoy abierto a sugerencias», expresa el empresario.

Pietro está preparando la cena y en ese momento abren la puerta, pero él se cree que es Antonia. En ese momento aparece Antonia muy seria con Agustín y el italiano quiere saber dónde está su esposa.

«Ha habido una manifestación cerca del rodaje, las autoridades no pudieron pararla», responde Agustín. El pastelero está muy nervioso y le pregunta: «¿Está herida Antonia?», el productor le contesta: «Lo siento mucho».

El italiano le grita: «¿Dónde está Antonia», pero Esperanza rompe a llorar y le confiesa: «Ha muerto en mis brazos, sus últimas palabras fueron para usted, dígale que le quiero mucho y que sea feliz». El italiano se sienta y no puede parar de decir: «Esto no puede ser, no puede ser, no puede ser».

Mercedes e Iván han pasado la noche juntos y están desayunando en el piso de la joven. Ella le confiesa: «Yo me alegro que no desfallecieras y me has demostrado que detrás de ese tipo duro pues hay un chico atento, sensible y cariñoso».

El hijo de Emiliano le dice: «Eres una de las mujeres con más arrojo que conozco». La joven le continúa confesando: «Te agradezco que hayas estado ahí acompañándome». A ella le ha encantado pasar la noche juntos y desayunar juntos.

Él le pregunta si quiere ser su novia o prometida, pero la joven le aclara: «De momento me parece bien esta etiqueta, te parece bien esta cosa sin nombre». Iván le expresa: «Me parece perfecto esta cosa sin nombre que tenemos, no lo cambiaria por nada del mundo». ¡Los dos se besan apasionadamente!

Fermín quiere despedirse de Lázara en el velatorio pero antes se reúne con los trabajadores de La Moderna y expresa: «Gracias por acompañarme en esta momento tan delicado, quizás el peor momento de toda mi vida».

El empresario continúa confesando: «Antes de que Lázara entrará a trabajar como una empleada más, yo estaba convencido de que era demasiado tarde para encontrar el amor, pero ella me devolvió esa ilusión».

El empresario termina el discurso y todos los empleados vuelven a sus puestos de trabajo. Fermín se dirige a sus sobrinas y confiesa: Pensé que con ella me libraba de la soledad y que por fin le importaba a alguien», a lo que Inés le responde: «Tío a nosotros nos importa».

Maruja no quiere ver a ningún especialista pero Paula le explica: «Es una clínica de reposo, padre está muy preocupado por tu salud, solo quiere recuperar a la madre de sus hijos. Es una decisión muy difícil pero no ve otra salida».

Maruja le pregunta muy emocionada: «¿Y tú qué piensas?». Pero la joven se queda callada y su madre le expresa: «¿De verdad ves que estoy para internarme?».

Paula le explica: «Es una clínica de reposo con todos los lujos sería como unas pequeñas vacaciones, incluso allí podrías pasar tu duelo por Cesar».

Maruja no puede parar de llorar y le comenta: «Qué dices», a lo que su hija le aclara: «Y una vez te recuperes podrías empezar una nueva vida». La mujer de Emiliano se enfada y le pide: «Vete», y añade: «Te creía demasiado inteligente para dejarte manipular».