‘La moderna’ (Mejores momentos): Dos asesinatos y una venganza

Fermín se encuentra en el apartamento de Laurita e Inés porque quiere contarles que Lázara está en el hospital y el motivo de por qué está allí. El jefe de La Moderna empieza relatando: «Por lo visto una antigua compañera de su primer trabajo en Madrid había urdido un plan para robarle, una tal Juana».

Laurita le pregunta: «¿Y qué plan era ese?», así que su tío le responde: «Le contó que necesitaba un refugio para quedarse unos días y aprovechándose del buen corazón de mi mujer se fueron a la casa de la Alcarria y una vez allí intento desalijar la caja pero no lo consiguió. Así que retuvo a Lázara a la fuerza incluso le disparo en la pierna para conseguir la combinación de la caja fuerte».

Fermín sigue contando que Lázara consiguió escapar pero Juana la persiguió con la pistola. Así que hubo un forcejeo y el arma se disparó pero para darle a Juana que murió en el acto.

Sin embargo, él está confundido con esta historia y le pregunta a Laurita: «¿Por qué me dijo Lázara que se iba a los Pirineos?». Pero su sobrina no sabe que responderle, así que el empresario se da cuenta y le dice: «Gracias por el desayuno pero tengo que marcharme».

Lázara se encuentra con Fermín en casa de Emiliano y Maruja. Todos están muy callados, así que la gerente de La Moderna relata la historia que vivió con Juana y expresa: «Me dijo que la acompañará fuera de Madrid unos días a cobrar una deuda», y también confiesa: «Se excuso que iba a llevar varios días el cobro y que la persona que se lo iba a dar a lo mejor no había conseguido reunir todo ese dinero, así que si yo la acompañaba se iba a encontrar más tranquila».

La joven está muy emocionada y comenta: «Me inventé el viaje a los Pirineos». Emiliano y Maruja están muy sorprendidos con la historia de Lázara, pero ella continúa relatando: «Cuando estábamos llegando me di cuenta que me estaba llevando a la Alcarria Madrileña, a la finca de tu familia».

«Imagino que pensó que allí encontraría algo de valor», dice Emiliano. La joven continúa explicando que Juana la retuvo en esa finca y ella la amenazó con la pistola, pero su ex compañera consiguió quitarle el arma.

«¿Qué hiciste entonces?», pregunta Emiliano. Así que Lazara le responde muy emocionada que intentó tranquilizarla pero Juana le disparó.

Maruja está muy sorprendida con el testimonio, pero la mujer de Fermín sigue contando que consiguió quitarle el arma, pero Juana quiso atacarla con el atizador de la chimenea y por eso ella tuvo que disparar.

Fermín está también muy emocionado y comenta: «El resto os lo podéis imaginar». Maruja muestra una actitud de compresión y le expresa: «Lázara ha sido muy valiente».

Laurita le confiesa a Inés: «Celia y yo ni estamos distanciadas ni estamos peleadas». Su hermana le pregunta: «Entonces, ¿por qué me dijiste todo lo contrario?».

«Tuvimos que separarnos porque le hicieron un encargo fotográfico», responde Laurita. Pero Inés no entiende nada y le pregunta: «¿Un encargo de quién?».

La joven le informa: «Del Gobierno Español», su hermana quiere saber más detalles y le comenta: «¿Pero qué encargo?».

«Le han encargado que haga unas fotografías de la vida social de Berlín, quieren intentar identificar a los posibles participantes con la causa alemana que sean españoles y, sobre todo artistas», confiesa la sobrina de Fermín.

«Ahora entiendo tu discreción», responde Inés. Su hermana le continúa confesando: «Celia y yo hemos acordado encontrarnos cuando acabe la misión».

Inés le pregunta: «¿Y qué hay en esos libros que te ha mandado?», a lo que su hermana le responde: «No lo sé, solo sé que tengo que guardárselos, así que será algo importante».

Fermín le explica a Teresa y Cañete que la investigación sigue abierta sobre el caso de Juana, pero que pronto van a cerrarlo porque Lázara ha contado lo que sucedió. El empresario se marcha a comisaría, pero Teresa le comenta al camarero: «Todavía hay una posibilidad de que se descubra la verdad».

«Según ha dicho Don Fermín ya está todo resuelto, así que ya te puedes olvidar del tema», responde Cañete.

Sin embargo, Teresa cree que la policía está muy ocupada y no se va a esforzar en averiguar si la coartada de Lazara es cierta. El camarero le responde con ironía: «Por qué no inicias tu propia investigación», la joven le dice muy seria: «Pues llegas tarde porque ya lo he hecho».

Teresa le muestra un cuaderno con datos de la investigación, ya que quiere descubrir cuando empezó la relación entre Lázara y Juana.
El camarero le pregunta: «¿Qué te hace pensar que vas a llegar más lejos que los profesionales», a lo que la encargada de La Moderna le aclara: «Porque yo sé muy bien quien es Doña Lázara y ellos no».

Maruja se encuentra en el apartamento de César porque ha pasado la noche con él. La mujer de Emiliano se levanta de la cama y le dice al joven: «Tengo que volver a casa sino Emiliano emitirá una orden de busca y captura».

Él no quiere que se vaya y le comenta: «Que me has dicho cuando estabas cenando que solo dentro de estas cuatro paredes te sentías tú misma».

Maruja le responde: «Claro y por eso no quiero perderlo», pero el empresario le propone con ilusión: «Podríamos irnos a otro país».

«No puedo es imposible César, lo que tenemos debería ser suficiente», dice la mujer de Emiliano muy seria. El joven se enfada y le reprocha: «Para mí no lo es, a no ser simplemente que quieras tener un amante. Una aventura de una mujer casada, caprichosa y aburrida, ¿eso es lo que quieres?».

Maruja se emociona y le dice: «Me tengo que ir». César se disculpa pero la mujer del empresario está enfadada y le dice muy nerviosa: «No, César no».

Pietro le confiesa a Antonia: «Yo no quiero hacer este tratamiento de prueba», la joven le aclara: «No es de prueba, es experimental».

«Si me hace perder la memoria yo no quiero hacerlo», comenta el italiano muy alterado. Pero Antonia le expresa: «Se supone que puede prolongar tu vida».

«La única verdad es que estoy enfermo», responde Pietro. La dependienta de La Moderna se enfada y le reprocha: «No puedo entender que no te quieres someter a este tratamiento».

«Yo no quiero hacerlo y te lo diré hoy, mañana y pasado mañana», confiesa el italiano. Sin embargo, Antonia sigue insistiendo y Pietro le grita: «Basta». ¡Ella le pide que se lo piense y que tome una decisión!

Trini le cuenta a Antonia que ha visto a Pietro con una maleta. La dependienta le pregunta: «¿Estás segura?», pero en ese momento Trini encuentra un papel y le dice: «Una nota suya».

La dependienta decide leer la nota, así que Trini le pregunta muy nerviosa: «¿Antonia qué dice?». La mujer de Pietro le responde muy seria: «Que ha tenido que irse, que no le queda más remedio que lo hace por amor».

Trini le expresa muy alterada: «Yo no entiendo nada, qué quiere decir», así que Antonia le responde muy emocionada: «No quiere que le vea morir lentamente». Su amiga le da un abrazo y le responde: «Lo siento muchísimo de verdad».