César está muy preocupado por la desaparición de Maruja y planea ir a su casa para buscarla, en el capítulo del lunes de ‘La Moderna’.
Maruja continúa recluida en su «jaula de oro» tras la humillación de Emiliano, César, al no tener noticias de ella, tiene miedo de que su marido le haya hecho daño, por lo que no duda en ir a su casa.
Don Fermín le hace creer a Lázara que todo está bien entre ellos, pero se sincera con Emiliano… no está seguro de haber hecho bien nombrándola heredera universal…
Avance en video del próximo capítulo 276 (lunes, 18 de noviembre) de ‘La Moderna’
Don Fermín, en un gesto que mezcla el perdón con la precaución, decide reconciliarse con Lázara, aunque no puede evitar mantener ciertas dudas sobre su sinceridad.
Este acto de aparente reconciliación viene acompañado de una charla franca con Emiliano, a quien le confiesa su descontento respecto a la nueva versión de los hechos que rodean a su esposa.
Mientras tanto, un desastre inesperado golpea a Iván: el local nocturno que tanto esfuerzo había dedicado a construir se derrumba, dejándolo completamente devastado y enfrentando un nuevo golpe a sus aspiraciones.
Por otro lado, César, agobiado por la ausencia de Maruja y temiendo lo peor, se debate si presentarse en la casa de los Pedraza para obtener respuestas, a pesar de los riesgos.
En otro frente, Inés, motivada por su ambicioso proyecto de película histórica y siguiendo el ejemplo de Helena Cortesina, toma una decisión impulsiva y se marcha sin previo aviso a Agustín.
Este movimiento repentino amenaza con generar tensiones con Ballesteros, quien podría interpretar su ausencia como una falta de compromiso.
En un entorno más alegre, las celebraciones por las noticias positivas sobre Pietro llenan de entusiasmo la corrala. Sin embargo, el ánimo de Cañete se tambalea al enterarse de que Elías será su nuevo vecino tras mudarse al hogar de Pietro.
En medio de esta situación, un nuevo rostro aparece en la comunidad: Giancarlo, el hijo de Pietro, llega a la corrala, trayendo consigo una mezcla de expectativas y sorpresas para los vecinos.
Mientras tanto, en París, Rodrigo espera con entusiasmo organizar una conferencia junto a Amaya. No obstante, su plan se complica cuando Amaya le exige que regrese a Madrid, creando un nuevo dilema entre sus responsabilidades profesionales y su conexión con la ciudad que dejó atrás.
