‘La moderna’ (Mejores momentos): Fermín vs Emiliano

Fermín acaba de sufrir un desmayo en La Moderna, junto a él se encuentran sus sobrinas y los empleados del salón de té. Todos están muy preocupados pero el empresario confiesa: «Ha sido sólo cansancio nada más, si me ayudan por favor».

Cañete le ayuda a que se levante y Teresa le pide: «Por qué no vas a pedir un taxi para que lo lleven al hospital». Pero Fermín le dice muy nervioso: «No es necesario ha sido sólo la tensión del momento, nada más. Lo único que necesito es descansar».

Su sobrina Laura está muy preocupada por el desmayo y le expresa: «Le tiene que ver un médico», a lo que su tío le contesta: «Está bien y no se preocupen demasiado, que estoy bien».

En ese momento llega Cañete y le informa: «Ya está el taxi en la galería». Inés acompaña a su tío al taxi y Laurita se queda atrás porque ha cogido el abrigo, en ese momento se acerca un hombre y le comenta: «Quiero decirle algo a Fermín».

La joven le pregunta: «¿Quién es usted?», a lo que el hombre le aclara muy serio: «Tengo que evitar que lo apuñalen». La sobrina de Fermín se sorprende y le pregunta: «¿Cómo dicen?». El hombre le entrega una tarjeta y le explica: «Ya hablaremos».

Emiliano le pide a Rodrigo que le cuente a Maruja lo que descubrió de Doña Lázara. El joven obedece y dice: «Creo que Doña Lázara no es de fiar, pude hablar con ella sobre el episodio que tuvo con la mujer que supuestamente la secuestro y lo que contaba era pura ambigüedad».

«Puedes precisar un poquito más», comenta el empresario. El hijo de Pepita continúa confesando: «Describía los lugares de forma muy vaga»

Emiliano también comenta con frialdad: «Queda claro que esta Doña Lázara es una mentirosa profesional», y añade: «Es capaz de matar». Maruja no quiere seguir escuchando la conversación y se marcha a la habitación.

Emiliano aprovecha esa ocasión para confesarle a Pepita que Maruja sigue empeñada en que él está implicado en el asesinato de César Morel. La doncella no quiere opinar sobre el tema y el empresario se da cuenta que ella también cree que él es el asesino.

Emiliano quiere pasar la noche con Pepita y se encuentra en la habitación de la doncella. En ese momento le confiesa:
«Han descubierto a la asesina de César Morel”.

La joven le responde: «Me alegro de que tengas motivos para sentirte menos agobiado», y le pregunta: «¿Y de Doña Lázara sabes algo más?». El empresario le explica con frialdad: «No todavía no, Fermín y yo hemos conocido al policía encargado de la investigación, el capitán Dávila ha prometido mantenernos informados de sus avances».

Pepita le pregunta con intriga: «¿Dónde se habrá metido esa mujer?», a lo que él le responde: «Tú sabes que se ha llevado una fortuna de Fermín».

El marido de Maruja se sienta en la alcoba con Pepita y le pide: «No quiero que haya más engaños entre nosotros, ni más mentiras», ella le expresa: «Yo tampoco quiero, no me gustan las mentiras».

Mercedes visita a Maruja para explicarle: «Este es el regalo que mi hermano le compró en su viaje a Cuenca». La mujer de Fermín rompe a llorar y le dice: «Me gustaría abrirlo delante de ti, sino te importa».

La joven le responde muy emocionada: «Claro». Maruja abre la caja y descubre un colgante y expresa sin parar de llorar: «Son las alas del ave Félix». La hermana de César mira el regalo y le comenta: «Tiene una fecha grabada en el dorso».

Maruja le explica sin parar de llorar: «Este día hará un año que estuvimos juntos por primera vez», y añade: «Nunca olvidaré este gesto». La mujer de Emiliano abandona la estancia con el regalo e Iván aprovecha ese momento para preguntarle a Mercedes: «¿Puedo acompañarte?».

La joven le explica: «No voy a mi casa, voy a ir al Madrid Cabaret. Quiero dejarlo todo dispuesto para reabrirlo mañana». El hijo de Maruja le comenta: «Pensé que necesitarías más tiempo para recuperarte», a lo que ella le responde muy seria: «Nunca me voy a recuperar».

Paula y Rodrigo están esperando a Emiliano en el salón, ya que quieren pedirle explicaciones. El empresario pregunta: «¿Qué puedo hacer por vosotros?». Su hija le pide que no se interponga en sus asuntos.

El empresario le expresa con ironía: «Si sois vosotros lo que habéis venido a verme». La joven le dice muy furiosa: «Deja de amedrantar a los empresarios que quieren contratarnos», pero su padre le expresa con frialdad: «Esto tiene gracia».

«Sé que llamaste al señor Carmona justo cuando iba a contratarme para su empresa», dice la joven. Rodrigo también le comenta: «Yo podría decir lo mismo con la cámara de comercio».

Emiliano le contesta con frialdad: «Es posible que haya hecho algunas llamadas», pero Paula le aclara muy enfadada: «No podrá con nosotros». El empresario aprovecha esa conversación para confesarle: «He decidido traspasar la tienda».

Rodrigo y Paula le confiesan a Pepita que todavía no han conseguido trabajo. La doncella quiere que se animen y expresa: «Lo que tenéis que hacer es perseverar porque el premio merece la pena».

Paula le contesta: «El premio será alejarnos de mi padre». La joven abandona el encuentro porque quiere hacer una llamada y Rodrigo le pide a su madre que abandone la casa de los Pedraza.

Pepita le explica: «Si me quedo es porque sé que Emiliano no puede hacerme daño». La hija del empresario regresa y quiere que Pepita le cuente cómo se encuentra su madre, la doncella le responde muy seria: «Apenas sale del dormitorio, apenas come, apenas duerme».

Paula le confiesa a Maruja: «Ayer Teresa se sinceró conmigo y me habló de Doña Lázara». La mujer de Emiliano le pregunta: «¿Y que te dijo sobre ella?», la joven le explica muy seria: «Según ella la esposa de Don Fermín sí que es capaz de organizar un crimen».

«A mí tampoco me pareció una persona sincera cuando empecé a conocerla», expresa Maruja. Su hija continúa confesándole más detalles sobre el pasado de Lázara.

Pero Maruja no cree que Lázara sea una asesina ni que tuviera una aventura con César y expresa: «Creo que la policía se equivoca en eso, si fuera sido Lázara sería por otros motivos».

Paula aprovecha ese encuentro para confesarle a Maruja que ni ella ni Rodrigo están bien porque Emiliano quiere traspasar la tienda. La mujer del empresario le pide con desesperación: «Tenéis que marcharos».

Fermín se encuentra en el despacho revisando unas facturas y Esperanza está limpiando la estantería del empresario. La limpiadora le comenta: «Parece que tenemos personal nuevo en el obrador».

«Sí, he contratado un refuerzo», dice el empresario. La limpiadora le comenta sin parar de limpiar: «Muy innovador ese tal Simón o por lo menos eso es lo que dice la prensa y parece que manda más que Pietro, cualquiera diría que es su jefe».

El empresario le contesta muy serio: «Lo es, a partir de ahora reorganizará el obrador», pero Esperanza se sorprende y le expresa: «Pero no estaba usted tan contento de como lo llevaba Pietro».

Fermín no quiere seguir con la conversación y le pide que trabaje sin hablar. Esperanza se disculpa pero se le cae unos papeles y el empresario le comenta: «Márchese que es tarde».

El empresario recoge los papeles y encuentra una nota de Lázara. Fermín se sorprende y lee en voz alta: «Querido Fermín si lees esto es que estoy muerta».

Pepita no está de acuerdo con la actitud de Emiliano, ya que no quiere que Paula ni Rodrigo encuentren un trabajo. «Estás faltando a tu palabra de no hacerles daño», dice la doncella.

«Lo único que he hecho es llamar algunos conocidos para advertirles del peligro que supone contratar a unas personas tan desleales como ellos», responde Emiliano con frialdad.

Pepita se enfada y le expresa: «Tu único fin es hacerle la vida imposible», a lo que él le responde: «Aquí la víctima soy yo». La doncella está alterada y le argumenta: «De alguna forma tienen que ganarse la vida y salir adelante», pero Emiliano le responde muy serio: «No, si yo puedo impedirlo».

La doncella le pregunta: «¿No vas a tener piedad con tu hija?», el empresario le contesta con frialdad: «Nunca he tenido piedad».

Fermín ha notado que Emiliano intenta impedir que investigue sobre Lázara e incluso lo convenció de ocultar una nota clave. Ahora, ambos desconfían el uno del otro.

En su despacho, Emiliano intentó acorralar a Fermín preguntándole por su visita a Maruja, pero este supo evadirlo.

Fermín también puso a prueba a Emiliano, pidiéndole que los investigadores volvieran a buscar a Lázara. Emiliano aseguró que ya lo hizo y que ella probablemente huyó, pero Fermín no le creyó.

Desde entonces, Fermín se ha distanciado, y Emiliano teme perder no solo su amistad, sino también su apoyo comercial, pues necesita su 1% de la empresa para venderla a los americanos.