En el capítulo de hoy descubrimos que Simón, el nuevo pastelero, trabaja para Emiliano en ‘La Moderna’.
En La Moderna, Marcelina, decidida a labrarse un futuro estable, se postula para el puesto de camarero que ha quedado vacante. Con entusiasmo y confianza, informa a Cañete y Teresa de su interés por el puesto.
Ambos la reciben con cortesía y se muestran dispuestos a evaluar su solicitud. Sin embargo, la noticia no cae bien en todos los rincones del salón de té.
Cuando Quico se entera de la posibilidad de que Marcelina sea contratada, su reacción es explosiva. Su desprecio hacia ella se hace evidente, y sin poder contener su furia, deja claro que no soporta la idea de compartir espacio con ella.
Su actitud levanta sospechas entre los trabajadores, que empiezan a preguntarse si su animadversión tiene raíces más profundas de lo que parece.
Mientras tanto, Iván continúa con su silenciosa vigilancia sobre Paula y Rodrigo. Sin que ellos lo sepan, sigue cada uno de sus movimientos hasta la casa de huéspedes donde se han instalado.
Su presencia es una sombra constante, una amenaza latente que acecha en la distancia. Aunque aún no ha tomado acción, su mera observación deja en claro que sus intenciones no son buenas.
Rodrigo, aunque desconcertado por la actitud ambigua de Iván en sus últimas interacciones, comienza a sospechar que algo no anda bien. Paula, por su parte, intenta concentrarse en su nueva vida, sin imaginar que su hermano se ha convertido en un espía para su padre.
Paralelamente, Emiliano sigue adelante con su estrategia para debilitar a Fermín. En una reunión clandestina, se encuentra con Simón, el pastelero de La Moderna, a quien ha estado chantajeando para que sabotee el negocio desde adentro.
Simón, atrapado en una situación peligrosa, sabe que desobedecer a Emiliano podría costarle caro, pero también comprende que sus acciones podrían terminar por arruinar su propio futuro en La Moderna. La tensión entre ambos es palpable. Emiliano, con su habitual frialdad, le deja claro que no tolerará errores ni traiciones.
Por otro lado, don Fermín continúa con su propia investigación sobre el misterioso capitán Dávila. En el salón de té, reúne información y descubre que la carrera militar del capitán se vio truncada por su insistencia en investigar el desastre de Annual.
Ahora, en un intento por limpiar su nombre y recuperar su reputación, Dávila se ha obsesionado con resolver casos difíciles. Fermín no puede evitar preguntarse si su aparente interés en la justicia es genuino o si hay algo más oculto tras sus motivaciones.
Mientras todos estos conflictos se desarrollan, una noticia sacude la ciudad: las víctimas del Encapuchado de la Puerta del Sol han aumentado a tres. La paranoia comienza a extenderse entre los habitantes, que ven cómo este misterioso agresor sigue actuando sin ser detenido.
El temor crece entre los clientes y empleados de La Moderna, quienes no pueden evitar preguntarse si el atacante podría estar más cerca de lo que imaginan.
Avance en video del próximo capítulo 333 (martes, 4 de febrero) de ‘La Moderna’
