La Moderna

‘La moderna’ (Mejores momentos): El maquiavélico plan de Emiliano

1. Fermín recibe una llamada que lo cambia todo

Fermín está en el despacho y en ese momento recibe una llamada. El empresario descuelga el teléfono y dice: «Dígame». La otra persona le responde muy seria: «Lázara no se ha escapado, sólo hay una razón que explique porque no está aquí conmigo donde había planeado ir, porque está muerta».

El empresario le pregunta muy nervioso: «¿Cómo ha dicho?». La mujer no responde, pero Fermín quiere saber con quien está hablando y le pregunta: «¿Pero quién es usted?».

La mujer misteriosa ha colgado y él no para de decir muy nervioso: «Oiga, oiga». El empresario decide darle al botón del teléfono para retomar esa conversación, pero no lo consigue.

2. Emiliano no se toma bien que Rodrigo trabaje para Fermín

Rodrigo está en el despacho con Fermín y Emiliano le pregunta al joven: «¿Qué haces aquí?». El hijo de Pepita le informa: Trabajar, Don Fermín me ha contratado para llevar la administración de La Moderna».

Emiliano le contesta con ironía: «Solo espero que dada la cercanía de los trabajos, no te confundas de despacho», a lo que Rodrigo le aclara muy serio: «No me equivocaré de despacho, ni tampoco a quien debo de rendir cuenta».

Fermín quiere romper esa tensión y comenta: «Asunto aclarado «, pero su amigo le contesta: «Que no resulto, no me miréis con esas caras que solo estaba bromeando».

El jefe del salón de té le comenta que tiene que seguir trabajando, pero Emiliano le confiesa: «Ayer los americanos me plantearon una serie de cuestiones que me encantaría compartir contigo».

«Lo lamento en el alma pero como comprenderás Rodrigo se acaba de incorporar y debo de ponerle al día de tantos asuntos», expresa Fermín.

3.Iván no soporta que Mercedes hable de César

Mercedes ha reunido a todos los amigos de César para celebrar una fiesta en el Madrid Cabaret.

La joven se sube al escenario y expresa: «Espero que os estéis divirtiendo, es lo que mi hermano querría. Él estaba obsesionado con esa idea de que cuando alguien entrase por esa puerta dejase fuera todos sus problemas y que cuando volviese a salir esos problemas fueran más pequeños».

Iván escucha atentamente el discurso de Mercedes y ella sigue confesando: «Soñaba con que este local fuera una parte de su alma, un lugar en el que todo el mundo fuese bienvenido, independientemente de sus creencias o sus ideas».

El joven no está cómodo y decide marcharse. Mercedes expresa muy emocionada: «Sé que no soy César y puede que no tenga su carisma pero les garantizo que su tengo su misma ilusión».

Inés decide levantar su copa y comenta: «Por cesar». Mercedes se acerca a Inés y Laurita y les pregunta: “¿Todo bien?¿Dónde está Iván?». Laurita le responde: «Se ha marchado, creo».

4. Fermín quiere saber quien hizo la llamada

Fermín quiere saber quién le llamó para comentarle que Lázara estaba muerta. El empresario le pregunta a Rodrigo: «No sabemos de dónde se realizó esa llamada».

El joven le responde: «No señor». En ese momento suena el teléfono y lo coge Rodrigo, pero es Emiliano y le expresa con ironía: «Que gusto oír una voz tan familiar, anda dile a Fermín que se ponga».

El empresario no quiere hablar con su amigo y Rodrigo le comenta: «Lo lamento Emiliano, pero Don Fermín todavía no ha llegado a su despacho».

Emiliano le deja un mensaje para él: «Dile que me devuelva la llamada cuando pueda o que venga a mi despacho».

5. Iván confiesa a Mercedes que está trabajando con Emiliano

Mercedes quiere organizar otra fiesta en Madrid Cabaret para que vengan todos los amigos de César. Iván le responde: «Te ayudaré en todo lo que necesites».

Los dos están charlando en la barra, pero el joven aprovecha ese momento para contarle: «Estoy trabajando para mi padre». Mercedes se sorprende y le pregunta: «¿Tu padre?», el hijo de Emiliano le contesta: «Sí, estaba buscando el momento perfecto para decírtelo».

La hermana de César le responde muy seria: «Me rompe los esquemas», pero Iván le pide: «Si te digo la verdad, prometes guardarme el secreto».

Mercedes no entiende nada y el joven le confiesa: «No quiero ser su hombre de confianza, pretendo ganarme su confianza «.

Ella le pregunta: «¿Para qué?», a lo que Iván le confiesa: «Para estar al tanto de cada uno de sus movimientos y para evitar que haya más víctimas de sus malas artes».

6. Maruja sigue sospechando de Emiliano

Maruja le confiesa a Pepita: «Lo que creo es que Emiliano es capaz de darle las vueltas a las pruebas para salir indemne». En ese momento entra en el salón Emiliano con Iván y los dos están comentando lo que ha pasado con Fermín.

Maruja le pregunta a Emiliano: «¿Qué ha ocurrido con Fermín?», el empresario le contesta: «Un simple desencuentro empresarial, nada de importancia».

«No será importante, pero sí sorprendente», dice Maruja muy seria. El empresario no entiende la actitud de su esposa y le responde: «Siempre has preferido mantenerte alejada de mis negocios y ahora de repente quieres saber en qué ando, no sé si me gusta este cambio de actitud».

Maruja le dice muy enfadada: «Ya veo que tampoco puedo interesarme por tus amigos». La mujer de Emiliano decide marcharse y el joven le comenta a Emiliano: «Papá pensaba que el asunto con Don Fermín era mucho más grave que un desencuentro empresarial».

Él le confiesa con frialdad: «Hay mucho en juego, demasiado como para mandar todo al traste por un simple capricho de Fermín».

7. Fermín quiere creer a Maruja

Fermín visita a Maruja para saber si es cierto que Lázara se veía a escondidas con su amigo. «Pruebas no tengo ninguna pero tampoco las necesito, una mujer se da cuenta de estas cosas», dice Maruja.

«Yo necesito algo más», responde Fermín. La mujer de Emiliano le expresa: «Si escuchas a tu corazón», el empresario le aclara: «El mío por lo menos no dice nada».

Maruja le dice muy seria: «Tú ya me entiendes», a lo que el jefe del salón de té le pide: «Te entiendo, pero necesito alguna prueba»

«Ojalá pudiera dártelas, pero lo único que tengo es la profunda convicción de que entre tu mujer y mi marido había algo, y que ese algo tiene que ver en la desaparición de Lázara», confiesa Maruja.

8. Fermín no le va a vender sus acciones a Emiliano

Emiliano no entiende por qué Fermín ha contratado a Rodrigo y él le confiesa: «Yo necesito a alguien que me lleve la contabilidad, Rodrigo tiene buena mano para eso».

Fermín no quiere continuar con el tema de Rodrigo y le pregunta: «¿Por qué me has hecho venir?», a lo que el empresario le confiesa: «Estoy a punto de firmar el contrato de venta de la fabricación a los americanos y ha llegado el momento de que me eches un garabato».

«No entiendo», dice Fermín. El empresario le continúa explicando: «Tu 1% por ciento Fermín, necesito que me lo vendas para completar la transacción. Los americanos solo van a firmar si pueden disponer del pack completo de acciones».

Fermín lee el contrato y le dice: «No tengo claro si debo vendértelo». Emiliano se cree que es broma, pero el jefe del salón de té le responde: «No voy a venderte mis acciones».

«Tú te estás dando cuenta de lo que estás haciendo, me estás impidiendo vender mi fábrica a los americanos», contesta Emiliano muy enfadado.

9. Fermín lo tiene claro: NO va a vender

Fermín le continúa explicando a Emiliano: «Tengo mis motivos para no venderte esas acciones», y añade: «Ese 1% es de las pocas inversiones que hicimos Lázara y yo estando casados, no voy a mover nada hasta que no sepa que ha pasado con ella».

«Lo que no entiendo y mucho menos comparto es la decisión que has tomado, creo que no lo has pensado bien», responde Emiliano.

Fermín le contesta: «No voy a darle más vueltas», pero su amigo le aclara muy serio: «No puedes tomar la decisión en caliente, este uno por ciento es importante para los compradores».

El jefe del salón de té le expresa: «La respuesta sigue siendo no», y añade: «Ni me hace falta el dinero ni tengo prisa por vender».

10. La policía requiere la colaboración de Fermín y Emiliano

El sargento le informa a Fermín que están buscando al encapuchado que ha agredido a varias mujeres que trabajan cerca de La Moderna.

El empresario le responde: «No he visto nada», y también le explica: «En cuanto a mis empleados puede hablar con quien quiera».

Emiliano también quiere colaborar y le explica: «Desde mi despacho tengo una buena perspectiva de la galería, estaré ojo aviso». El sargento le comenta: «Muchas gracias, volveré mañana entonces».

«No me hace ninguna gracia tener a la policía en mi salón interrogando a mis empleados», dice Fermín. Su amigo le contesta muy serio: «No da buena imagen y te recuerdo que es mi galería», y añade: «Ese encapuchado parece que vive cerca, incluso a lo mejor trabaja en la galería».

En ese momento Fermín le confiesa que tiene un problema con Simón, el nuevo pastelero. El empresario quiere saber qué le ocurre, a lo que Fermín le aclara: «Parece ser que se lleva mal con todo el mundo».

11. Iván quiere proteger a Mercedes

Iván le confiesa a Mercedes: «Mi padre es el diablo». La joven se sorprende y le pregunta: «¿Qué me quieres decir?», a lo que él le aclara: «Voy a ponerle todas las zancadillas que pueda para al menos evitar que haga daño a más gente».

La joven le dice: «Como por ejemplo a mí», a lo que el joven le responde: «Como por ejemplo a ti». Ella le pregunta: «Después de lo que le ha hecho a mi hermano, ¿crees que sería capaz de sabotear este negocio?».

Iván le confiesa que su padre es capaz de cualquier cosa, incluso de estar liado con la criada. Mercedes le comenta muy nerviosa: «Estás jugando a un juego muy peligroso», pero el hijo de Emiliano le expresa: «¿Que va hacer matar a su propio hijo?».

«Hace unas semanas te fuera dicho que no», contesta la joven. El hijo del empresario le continua explicando: «Muy pronto van a caer las máscaras en mi familia y cuando eso pase estaré en el bando correcto».

12. Fermín va a contratar unos detectives

Emiliano le comenta a Fermín: «Tienes que pasar página Lázara no va a volver». Su amigo le aclara: «Tengo que seguir adelante como sea», y le continúa explicando: «Estoy pensando en contratar una agencia de detectives que descubran el paradero de Lázara».

«Te sugiero que no pierdas ni más tiempo ni más dinero», responde Emiliano con frialdad. El empresario le contesta: «Voy a llegar hasta el final».

Emiliano no está de acuerdo con la iniciativa de su amigo y le expresa: «Tienes mucho que perder», a lo que Fermín le responde: «Cuando tú investigaste sobre Lázara nadie se puso contra ti».

«Efectivamente porque yo no estaba directamente implicado, en tu caso no es lo mismo», confiesa Emiliano.

13. Emiliano sigue jugando sucio

Simón le confiesa: «Nadie sabe que íbamos a encontrarnos». El empresario le responde: «Perfecto», y le continúa explicando: «Veras me ha llegado que usted está teniendo problemas en La Moderna, en el salón de té. Concretamente con mi amigo Fermín, ¿es eso cierto?».

El pastelero le responde: «Sí señor». El empresario le comenta con frialdad: «Dígame con que sueña», el joven le explica: «Lo que a mí me gustaría tener, sería mi propio negocio».

Emiliano le expresa: «Todo un emprendedor, me encanta», y añade: «Si usted hace exactamente lo que yo le pido, le garantizo que usted tendrá su propio negocio».

Simón se sorprende y le pregunta: «¿Está usted hablando en serio?», a lo que él le responde: «Completamente».

14. El plan de Emiliano está en marcha

Simón se encuentra solo en el obrador y decide añadir un líquido a la crema pastelera. En ese momento aparece Pietro con Esperanza y el pastelero le dice: «He pensado en adelantar algunas tareas».

El italiano le responde: «Lo veo como la crema pastelera por ejemplo, tampoco le gusta como la hago yo».

Simón le responde con ironía: «No seas tan susceptible», y añade: «También le he dejado las tartaletas preparadas». Pietro decide introducir la crema pastelera en la manga y Simón le pide: «Quiero que sea lo primero en salir».

«Como usted diga», dice Pietro muy serio. Pero Esperanza se sorprende y le responde: «Que yo sepa a primera hora ningún cliente pide tartaleta». Simón se enfada y le dice: «Haga el favor de meterse en sus asuntos, señora».

Los dos empiezan a discutir y el pastelero le pide que se vaya de la cocina. «Que conste de que me voy porque me da la gana, no porque usted me lo diga», responde la limpiadora.

Pietro continúa rellenando las tartaletas con la crema pastelera, pero Simón está muy serio. El italiano le pregunta: «¿Se encuentra bien?», el joven le responde: «Perfectamente».

15. Fermín se entera de que hay una intoxicación

Cañete está muy nervioso y se acerca a Fermín para infórmale lo que ha ocurrido en La Moderna.

El empresario le pregunta: «¿Qué ocurre Cañete? ¿Estás pálido?», el camarero le responde: «Ya lo sé y no es para menos, ha ocurrido algo terrible».

«No me diga que el encapuchado ha vuelto actuar», dice Fermín. El camarero le continúa explicando: «No es eso, han llamado muchos clientes asegurando que se han intoxicado por nuestra culpa».

El jefe del salón de té le responde: «¿Por nuestra culpa? Esa es una acusación muy grave. Una intoxicación por nuestra culpa, ¿en La Moderna? Eso no puede ser. Cañete le contesta: «Sí», pero Fermín le dice muy preocupado: «No puede ser»

16. Paula y Rodrigo casi pillados infraganti

Paula y Rodrigo están viviendo en una pensión pero los dos tienen que dormir en habitaciones separadas.

La joven decide colarse en la habitación de Rodrigo y le confiesa: «Lo bueno es que ya he comenzado una vida lejos de mi padre y de mi casa».

«Merecerá la pena», comenta el hijo de Pepita. La joven le explica: «No me demoraré mucho, es un riesgo que nos descubra aquí», a lo que Rodrigo le expresa: «Si nos descubre nos podrían echar».

«Tenemos un ratito he esperado que Amadora saliera con la cesta de la compra», confiesa Paula. Los dos se besan apasionadamente pero en ese momento escuchan a Amadora que dice: «A esta puerta habrá que ponerle aceite».

17. Pietro duda de como manipulo la crema pastelera

Pietro no entiende cómo se ha contaminado la crema pastelera y Miguel le pregunta: «¿No puede ser que los huevos que utilizó estuvieran pasados?».

«No imposible, me traen huevos cada mañana», dice el pastelero. Miguel quiere que le cuente qué ocurrió ese día en el obrador y el italiano le explica que Simón esa mañana se adelantó y preparó la crema pastelera.

Leodora le pregunta si antes de poner la crema pastelera en la manga se limpió las manos. Pietro le contesta: «Creo que sí, pero seguro no estoy 100 por ciento», y continua confesado: «Si se confirma que toda esta gente ha enfermado por mi culpa, no sé si podré seguir trabajando».

18. La Moderna cierra sus puertas

Fermín le confiesa a Cañete: «Cinco personas han tenido que ser hospitalizadas», el camarero le informa: «Estamos tratando de explicar a los clientes que han venido a quejarse, la mayoría lo han entendido muy bien».

Teresa le pregunta muy preocupada: «¿Usted cree que es posible que se cierre la Moderna?», el empresario le responde muy serio: «Claro que es posible».

«Sea como sea seguiremos animando a los empleados y tranquilizando a los clientes», expresa Cañete.

En ese momento entra el inspector de sanidad y le entrega a Fermín una carpeta. El inspector le dice muy serio: «Aquí tiene la orden de cese», pero el jefe del salón de té se sorprende y le pregunta: «¿Cómo ha dicho?». El inspector le informa: «Me temo que va a tener que cerrar La Moderna».

19. ¿Emiliano está relacionado con la intoxicación?

Emiliano le pregunta a Fermín qué ocurre en La Moderna y su amigo le confiesa: «Parece ser que algunos de nuestros clientes se han intoxicado por algún producto que han tomado aquí».

El empresario se sorprende y expresa: «¿Qué me estás diciendo?», el jefe del salón de té le dice: «Lo único que me preocupa es la salud de mis clientes».

Emiliano le pregunta: «¿Hay muchos afectados?», a lo que Fermín le aclara: «Pues no lo sabemos estamos en contacto con el departamento de sanidad y vamos informando de los casos que van apareciendo».

Fermín le explica que debe volver al despacho y Emiliano parece que está encantado con la noticia. «Que mala suerte ha tenido tu amigo», expresa Iván.

Emiliano le contesta con ironía: «Sí, todo una desgracia», el joven le comenta: «Y ha tenido que ocurrir justo ahora cuando no te quiere vender su parte de la fabrica».

El empresario le contesta muy serio: «No estarás pensando que tengo yo algo que ver», su hijo le dice con ironía: «¿Debería hacerlo?».

20. Fermín informa de que La Moderna cierra por 48h

Fermín le comunica a los empleados: «Quería informarles que debido a las intoxicaciones que se ha producido estos últimos días las autoridades han decidido que la Moderna debe cerrar y guardar cuarentena por motivos de salud pública».

Teresa le pregunta: «¿Y se sabe cuanto va a durar ese cierre?», el empresario le informa: «48 horas». Esperanza le comenta: «El problema no es que se cierra dos días, el problema es que se abra y la gente no vuelva».

«La reputación de La Moderna está entredicho y con razón», aclara el empresario. Todos los empleados deciden aprovechar esos días para limpiar La Moderna y arreglar los uniformes.

Fermín se acerca a Teresa y Cañete, y les confiesa: «Gracias a los dos por la buena disposición». La joven le dice: «Faltaría más», y el empresario le pide: «Ahora lo importante es mantener la moral de los empleados bien alta».

21. Paula y Rodrigo, ¿confiesan?

Paula está muy preocupada por su madre y le explica a Rodrigo muy emocionada: «Estoy segura de que me está ocultando de porque sigue encerrada en esa casa».

En ese momento aparece la jefa de la pensión y comenta: «Qué tal la parejita de primos, espero que os sintáis cómodos en vuestro nuevo hogar».

Amadora se da cuenta que Paula está llorando y le pregunta: «¿Te encuentras bien chiquilla?», ella le responde: «Sí feliz y agradecida por su confianza».

La jefa de la pensión le informa: «Esta mañana estuvo aquí tu hermano”, la joven se sorprende y le pregunta: «¿Que quería?». Amadora le explica muy seria: «Intento hacerse pasar por un cliente pero lo calé a la primera y no tuvo más remedio que confesar sus intenciones».

Rodrigo le pregunta: «¿Y cuáles eran?», a lo que ella le explica: «Que lo tuviera al corriente de tus movimientos». Paula le confiesa muy seria: «La verdad es que no me llevo muy bien con mi padre, de hecho no ha aceptado que quiera vivir mi vida por mi cuenta».

Amadora le expresa muy enfadada: “De verdad sois primos o soy yo la que estoy siendo la prima».

 

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