‘La moderna’ (Mejores momentos): Matar a Maruja

Fermín decide visitar a Emiliano para confesarle muy serio: «He descubierto que mi esposa ha muerto». Su amigo se sorprende y le responde: «Lo lamento», pero el jefe del salón de té le exige: «Estoy aquí para que me des respuestas».

El empresario le pide que se siente y le pregunta: «¿Cómo te has enterado?», aunque Fermín no quiere darle explicaciones y quiere revisar el informe sobre el pasado de Lázara.

Emiliano le entrega el documento y su amigo le expresa: «Es curioso me dijiste que se trataba de una agencia de primer orden». El marido de Maruja le aclara muy serio: «Te juro que es una de las agencias más prestigiosas del país», a lo que Fermín le explica con enfado: «Como mínimo es curioso que se le hayan pasado por alto que Lázara tenía una hermana, porque aquí no dice nada de eso».

Emiliano empieza a ponerse nervioso y le pregunta: «¿Lázara tenía una hermana?», el empresario le contesta: «Caridad Eslava, es monja». Emiliano continua nervioso y su amigo le reprocha: «Desde el primer momento has intentado convencerme de que Lázara tenía una aventura con César Morel».

El empresario se enfada y le dice: «Querrás decir la policía», pero Fermín le expresa muy enfadado: «Lo importante es que en este caso se sepa la verdad, caiga quien caiga».

Paula y Rodrigo entran en el despacho de Iván, ya que el joven se encuentra solo. Su hermana le explica: «Hemos sido muy fríos contigo y queremos pedirte disculpas», y también le pide: «Si decides alejarte de padre puedes contar con nosotros».

Iván le responde con frialdad: «Mi respuesta es no». La joven se sorprende y le pregunta: «¿Por qué?», a lo que su hermano le aclara con soberbia: «Será mejor que mantengamos las distancias».

«Cuando me pediste el favor de hablar con Mercedes yo no dude en ayudarte», confiesa Paula. Pero su hermano le aclara con frialdad: «Lo que te pedí fue por interés personal, solo tú podías convencer a Mercedes». Paula se enfada y le responde: «Se me parte el alma al ver que no has cambiado nada».

Mercedes entra en el despacho de Emiliano y le amenaza con un cuchillo: «He venido ajustar cuentas». El empresario le pide muy serio: «Baja el punzón», pero la joven está muy alterada y le expresa: «Vas a pagar por su crimen».

«Yo no tengo nada que ver con la muerte de tu hermano», contesta Emiliano con frialdad. Mercedes le contesta con odio: «A la policía la podrás engañar, pero a mí no», y añade: «No pienso irme de aquí hasta que no acabe con usted».

El empresario se muestra tranquilo y le confiesa con frialdad: «Sabes lo que pienso, creo no lo vas hacer». La hermana de César le empuja y le coloca el cuchillo en el cuello, pero Emiliano le pide alterado: «No lo vas hacer, no eres una asesina».

La joven le grita: «Cállese», pero el empresario le explica muy nervioso: «La única responsable de la muerte de tu hermano es Lázara Eslava».

Mercedes le dice muy emocionada: «Eso no es verdad», a lo que Emiliano le pregunta: «¿Tú estás segura al 100% de que el culpable soy yo?». ¡La joven decide tirar el cuchillo y marcharse del despacho!

Fermín le explica a sus empleados de La Moderna: «Tenemos que limpiar nuestro nombre y que se vuelva hablar en nuestro nombre como lo que realmente somos, el mejor salón de té de la ciudad».

Los trabajadores están de acuerdo con la opinión de Fermín y él continúa comentando: «Les pediría que las vitrinas estén más atractivas que nunca y usted Pietro le pediría por favor que ofrezca sus nuevas creaciones a los clientes cuanto antes».

El pastelero le expresa : «Me gustaría proponer el pastel de hojaldre y crema», el empresario le responde: «Teresa y yo ya hemos tenido el placer de probarlo y es una auténtica obra de arte».

Fermín continúa informado a sus empleados de los nuevos acontecimientos que van a surgir en La Moderna: «Estoy pensando y como promoción a los clientes que entren en el salón y consuman, se les puede obsequiar con esta nueva creación de Pietro».

Teresa le responde: «Eso sería muy buen detalle», el empresario quiere que los clientes vuelvan a confiar en ellos y se le ocurre: «Y repartiremos pastelitos por la galería a todos los viandantes».

Mercedes le comenta a Iván lo que ocurrió con Emiliano en el despacho: «Estaba decidida a matarlo y no me importaba lo que me pudiera pasar después». El joven le pregunta: «¿Realmente tuviste la oportunidad de hacerlo?», la joven le aclara: «Sí, ya lo creo».

Iván le responde: «Pero no fuiste capaz», la hermana de César le confiesa muy seria: «Ojalá no hubiera tenido reparo».

El hijo del empresario le comenta: «Fue un arrebato y por suerte tú hiciste lo correcto», pero la joven rompe a llorar y le confiesa: «Tu padre sigue vivo y yo sigo aquí soportando una rabia y una pena que voy a llevar siempre conmigo».

Maruja ha decidido organizar una fiesta en el salón y le comenta a Emiliano: «Gracias por apoyarme». El empresario le responde: «Te agradezco infinitamente que hayas abandonado el luto».

Maruja decide dar un discurso y comienza expresando: Si me permitís quería agradeceros vuestra presencia». La mujer de Emiliano continúa expresando: «Vengo de una temporada difícil, muy dura pero que me ha servido para darme cuenta que no se puede estar mal eternamente y que a veces hay que dar un paso adelante para salir de la sombra».

Se dirige al empresario y comenta: «Si esta noche estoy dando este paso es gracias a mi esposo, Emiliano Pedraza. Querido sería injusto celebrar esta fiesta sin agradecerte todo lo que hiciste por mí todo este tiempo, gracias por todo, gracias por haberme abierto los ojos».

Pero en ese momento a Maruja le cambia su rostro y le dice con odio: «Por haberme intentado anularme, manipularme y chantajearme para que sintierá una normalidad. Gracias querido por haber intentado enterrarme en vida. Esta noche voy a brindar por mí misma».
El empresario muestra una actitud de odio y ella comenta con frialdad: «Ha llegado el momento de contar la verdad».

Maruja continúa con el discurso en la fiesta y confiesa: «Esta noche no debería llevar este vestido pero mi marido no veía conveniente que yo guardará el luto por otro hombre».

Emiliano está nervioso, pero ella expresa muy emocionada: «Hasta al fin de mis días seguiré llevando en mi corazón el recuerdo de César Morel», y añade: «Y nadie podrá arrebatarme todo lo vivido a su lado».

Iván no quiere que su madre continúe con el discurso y le expresa: «Madre muchas gracias por tus palabras, si les parece bien les estamos preparando un cóctel aquí al lado».

Emiliano le grita: «No, déjale que termine su historia», pero Maruja le aclara: «No hay nada más que contar». El empresario está muy furioso y continúa gritando: «Todo el mundo fuera».

El empresario se acerca a Maruja y le expresa con odio: «Enhorabuena querida acabas de cavar tu propia tumba». Emiliano se marcha a su despacho y el joven le comenta a su madre muy emocionado: «¿Qué has hecho mamá?».

Emiliano se acerca a Maruja y le confiesa: «Cómo hemos podido llegar a esto», y añade: «Con lo que tú y yo hemos sido». Maruja no quiere hablar con él y le responde: «Sino te importa podemos hablarlo mañana», pero Emiliano le agarra y le comenta: «Sí, que me importa».

Maruja se muestra desconfiada y él le confiesa con frialdad: «Quién te ha dicho de que vaya haber un mañana», a lo que ella le contesta con enfado: “No me dejaste otra salida Emiliano».

Su marido le contesta: «A mí tampoco me queda otra salida», pero Maruja se sorprende y le pregunta: «¿De qué estás hablando?». El padre de Iván le confiesa: «Solo hay una forma de recuperar mi reputación», y añade: «Vas a ingresar en una institución psiquiátrica

Maruja le reprocha lo que ha sentido por César y le expresa: «Sabes lo que no conté ayer, lo mucho que él me amaba a mí». Emiliano no puede soportar esas palabras y le agarra del cuello.

En ese momento aparece Pepita y le pide muy nerviosa: «Emiliano suéltala, pero qué haces». El empresario obedece y le comenta muy serio: «Vete de aquí Pepita, esto no va contigo», pero ella coge un abrecartas y le expresa: «Por supuesto que va conmigo, no te acerques a ella».

El padre de Iván le pregunta muy serio: «¿Me estás amenazando con un abre cartas?», ella le contesta: «Quieres comprobar el daño que puedo hacerte con esto».

Maruja decide visitar a Paula en la pensión y le confiesa lo que ha ocurrido con Emiliano. La joven rompe a llorar y su madre le expresa: «No pensé que fuera capaz de llegar a ese punto conmigo».

Paula le pide que abandone esa casa pero su madre no está de acuerdo y le explica muy emocionada: «Ya me ha hecho todo el daño en esta vida, arrebatándome a Cesar».

Paula le pregunta: «¿Sigues pensando que fue él?», a lo que su madre le aclara: «
No tengo ninguna duda de eso». La joven le expresa: «No estoy de acuerdo con que sigas en esa casa pero estoy muy feliz de que hayas abandonado el luto».

Maruja le explica: “Me cuesta mucho trabajo salir todos los días”. Su hija le responde:
“Poco a poco», y añade: “Eres una mujer muy fuerte y muy valiente”.