Una vida en peligro y una bonita historia de amor en ‘La Moderna’, avance del capítulo 346 (21 de febrero)
Iván tendrá que elegir entre su felicidad o devolverle a su madre todo el sacrificio que ha hecho por él, mañana en ‘La Moderna’.
En La Moderna, el ambiente está cargado de solemnidad y pesar. Don Fermín, con su habitual entereza, organiza el funeral de Doña Lázara. A pesar de todo lo ocurrido, siente la responsabilidad de darle un último adiós digno. Los empleados del salón de té, así como algunos vecinos de la corrala, se preparan para asistir a la ceremonia, que promete no solo ser un acto de despedida, sino también una oportunidad para exigir justicia.
Sin embargo, Fermín sabe que el asesino sigue libre, y su determinación para descubrir la verdad crece con cada día que pasa. Ahora más que nunca, Emiliano se ha convertido en su principal sospechoso.
Mientras tanto, en la mansión de los Pedraza, Emiliano continúa tejiendo su plan para deshacerse de Maruja. Cada paso está meticulosamente calculado: pequeños comentarios, insinuaciones a su círculo más cercano, manipulaciones sutiles que van allanando el camino para lograr su objetivo final.
Iván se encuentra cada vez más atormentado. Se refugia en Mercedes, la única persona en la que siente que puede confiar, y le confiesa su creciente preocupación por su madre.
Iván no ignora las señales; ha visto cómo Emiliano ha ido minando la estabilidad de Maruja y ahora tiene miedo de que su padre realmente logre su cometido. Pero ¿está Iván dispuesto a enfrentarse a su propio padre para proteger a su madre?
En otro rincón de la ciudad, Cañete toma una decisión importante. Cargado de culpa por no haber visto quién era realmente Quico, decide ponerse a disposición del capitán Dávila para ayudar a capturarlo. Sabe que es peligroso y que podría convertirse en un objetivo, pero está dispuesto a asumir ese riesgo.
Quiere redimirse y asegurarse de que Quico no vuelva a hacer daño a nadie más. Dávila, aunque escéptico al principio, reconoce que la información de Cañete podría ser clave para anticipar los movimientos del agresor. El reloj corre y cada minuto que pasa sin atraparlo podría significar otra víctima.
Mientras tanto, en la corrala, Trini comparte con su madre y Marcelina los planes benéficos de Miguel. El joven tiene un proyecto en mente para ayudar a los más necesitados, pero necesita apoyo para llevarlo a cabo.
Marcelina, aún recuperándose del ataque, encuentra en esta iniciativa una forma de distraerse de sus propios miedos y volver a sentirse útil. Tal vez, después de todo, haya una forma de transformar el dolor en algo positivo.
Finalmente Agustín enfrenta una de las decisiones más difíciles de su carrera. ¿Debe ceder los derechos de la película a Ballesteros o resistirse a sus amenazas? Después de analizar cada posibilidad, toma una decisión definitiva.
Sabe que ceder ante Ballesteros significaría perder todo lo que han construido, pero negarse podría significar la muerte del proyecto. El problema es que no solo su destino está en juego, sino también el de las hermanas Valbuena y de todos los que han trabajado en el filme.
